Fotografías

La vida continua

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Director y Guionista
Abbas Kiarostami
Año/ País
1991/Irán
Duración
95 minutos.

Irán, antiguamente conocido como Persia, está ubicado en el Medio Oriente, posee el doble de la superficie de Chile  y poco más de 70 millones de personas. Este país se encuentra sobre la placa Euroasiática que limita con la Placa Arábica, debido a esto ha sido víctima de constantes terremotos en su Historia. En 1987 se realizó en estas tierras el film “¿Donde está la casa de mi amigo?” (Khane-ye doust kodjast?), dirigido por Abbas Kiarostami, la simple historia de un niño que busca la casa de uno de sus compañeros para devolverle su cuaderno.

El 21 de Junio de 1990 un terremoto de magnitud Richter 7.7 en el noroeste de Irán   provocó uno de los desastres telúricos más devastadores del siglo XX. Murieron entre 35 mil y 50 mil personas y quedaron más de 500 mil personas sin hogar. Un par de días después, Abbas Kiarostami viaja en auto junto a su hijo hacia las ciudades afectadas, principalmente a un pueblo llamado Koker donde vivía el protagonista de su película de 1987. Luego de esa experiencia, donde conoció el padecer de sus compatriotas, filma la película “Y la vida continúa” que trata de un director de cine que luego del terremoto va en auto junto a su hijo a buscar al niño protagonista de unas de sus anteriores películas.

La mayoría de las impresiones del director están referenciadas desde el auto, por lo que la ventana de la puerta se transforma en el visor de la cámara; la labor de Kiarostami pareciera consistir en ser el puente invisible entre la realidad y nuestros ojos, mostrando a quienes, como dice el título, continúan su vida, a pesar de sus muertos y sus ruinas, sin abandonar su tímida dignidad y sus dilemas cotidianos. La  misión del viaje a ratos parece absurda y a veces intrascendente. Un “road movie” demasiado real que, sin embargo, busca y cuestiona desde dentro la ficción provocada por el celuloide. En 1994 Kiarostami completó la trilogía con “A través de los olivos” (Zire darakhatan zeyton), aquí se tratan los problemas reales que tienen los actores que interpretan a personajes de una película llamada “Y la vida continúa”, vemos incluso como se repite una y otra vez el rodaje de una escena que existe realmente en su anterior película.

Gracias a este director, el cine iraní comenzó a tomar presencia en el mundo occidental. Kiarostami pareciera dentro de su filmografía ir rozando de manera desafiante a la realidad, incluso nos llega a convencer de que la vida sucede cuando no pasa nada. Una verdadera confrontación al cine que nos es más habitual.

El 27 de febrero del 2010, un terremoto gigante y posteriores maremotos en el centro sur de Chile fueron los gritos acusadores del niño que revela la desnudez del Emperador. El país, vestido de aparente modernidad, desarrollo e incluso felicidad plena, se transformó de golpe en un lugar con centenares de muertos y miles de damnificados, daños multimillonarios, incapacidad de los supuestos capaces, los ruegos al Estado de supuestos Neoliberales y viceversa, en resumen el Chile que siempre ha circulado las calles volvía a aparecer como protagonista con sus contradicciones a cuestas.

La mirada de Kiarostami se hace universal y dialoga hoy de frente con un Chile que hasta ahora ha utilizado principalmente una mirada televisiva, periodística, cuantitativa y supuestamente objetiva. Se torna cierto lo del “arte como sanación” y vuelven a aparecer preguntas esenciales que habíamos dejado para más tarde. Los sencillos títulos de sus películas toman significados más profundos gracias a la sensibilidad que provoca el susto y con extrañeza muchos nos vamos preguntando luego de la catástrofe ¿Dónde están las casas de mis amigos?