El Arte en su conjunto como sublime expresión del ser humano y en lo que distingue en su raciocinio y emocionalidad del resto de los seres vivos del planeta posee la universalidad y subjetividad de la esencia y heterogeneidad humana. Por estas razones y siguiendo con el planteamiento abordado en otros artículos,existen figuras que se han caracterizado por romper los moldes, los cánones y ciertos estereotipos establecidos por corrientes conservadores en el arte. Existen artistas que han extendido los limites y han encontrado nuevas formas de expresión sin perder la calidad y con el agregado de enriquecerlo. Un icono que se inscribe dentro de estos términos es sin dudas el artista norteamericano Jackson Pollock (1912-1956), reconocido como uno de los padres del expresionismo abstracto, Pollock fusionó de alguna forma sus propias ideas con la de muralistas mexicanos, la influencia de Piccaso, el surrealismo y el Psicoanálisis de Jung.
Mas que dejar plasmadas figuras en la tela, el objetivo de Pollock fue dejar registrada una acción que abordara los diversos y contradictorios estados de animo y los procesos sicológicos del artista.
Jackson Pollock cambio además el uso tradicional de pinceles y espátulas por otros elementos cotidianos como mangueras, palos, latones, tubos y materiales como aluminio, barniz etc. Asimismo muchas veces abandono el tradicional atril de pintor dejando simplemente la tele en el suelo o afirmada con solo un brazo sin preocupación sobre una pared mientras pintaba lo que su singular reflejo le dictaba veces extendía la tela y corría sobre ella lanzando restos de pintura o utilizando una pistola de aire que llenaba de pintura, saltando sobre la tela y a veces tratándola con sus propias manos. Fue usual en el una técnica que se comenzó a llamar ”dripping”,consistente en dejar caer la pintura desde algún tubo y que fuera goteando hasta ir formando alguna forma en la que el artista no tuviera mayor intervención, sin bosquejos ni ideas preconcebidas. Amante del arte Pollock de alguna forma jugaba y era feliz en el proceso artístico y también demostraba su profunda tristeza cuando se involucraba con sus obras.
A pesar de sus detractores, de su depresión y alcoholismo, Pollock fue abriéndose un espacio importante dentro del arte moderno hasta su repentino fallecimiento a la temprana edad de 42 años.
Por: Marcelo Valdes
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