Cambiando el mundo”, no es el típico libro manual-catálogo para lectores asiduos tipo revista estrategia o capital, sin desmerecer en absoluto a quienes recurren a estas lecturas por alguna obviedad laboral y/o como instrumentos de información para las necesidades de las empresas que administran o dirigen.
Bruce Mau no es sociólogo, escritor, periodista ni político sino que un destacado diseñador industrial de origen canadiense y “Massive Change” (cambiando el Mundo) es su nuevo libro basado en estrategias de desarrollo de índole casi “a lo power point”, donde se puede dar lugar a objetivos grandes a través de procedimientos y tácticas muy simples y fáciles de manejar.
Siguiendo el lineamiento de una misma idea ya antes planteada en su anterior obra “S, M, L, XL ” (de la cual es coautor junto a un arquitecto llamado Rem Koolhaas)y la monografía “Life Style”vienen a ser parte de un conjunto de ideas planteadas por Mau a través de una radio, una pagina web y otros instrumentos de comunicación.
La idea básica de estos planteamientos es revindicar el diseño y adaptarlo a una generalidad de carácter más popular como la pobreza, la salud, educación, la delincuencia, la falta de vivienda para Latinoamérica y África en particular. Aunque en lo personal me molestan las recetas mágicas provenientes de gente ajena a nuestra realidad no deja de ser interesante cómo la inoperancia y los intereses comerciales priman por sobre la inoperancia y la mediocridad por adaptar nuevas ideas al costo de no mejorar la vida de las personas. Mau sostiene lo siguiente ”debemos liberar el diseño de esa fijación en lo visual, en lugar de aquello debemos concebir el diseño como aquella capacidad para producir y articular el cambio”.
El libro que fue escrito en colaboración con el instituto sin limites (institute withouth boundaries, un programa de post grado de la escuela de diseño del George Brown College de Toronto) hace hincapié en el desarrollo de las “Economías Urbanas”, aquellas que dicen directa relación con las formas alternativas y colectivas para el bien común como la web 2.0, las economías de la energía que buscan nuevas fuentes de generación, las economías de la imagen, militares, de economía, de producción y la expansión de la biotecnología y la ingeniería genética.
Se presentan soluciones y propuestas para le mejoramiento del transporte publico, ideas para superar la pobreza marginal, la biodegradación y el reciclaje, etc.
Sin caer en la beligerancia política entrega un enfoque a ratos esperanzador, entretenido, pero carente en mi opinión de propuestas realmente revolucionarias (que no se malentienda, aunque lo de revolucionario hace falta igual) para un cambio radical y verdadero que promueva un cambio acelerado y real de la situación de millones de personas que sufren el maltrato, la injusticia, la desigualdad y la discriminación a causa de una minoría desalmada y, en último fin, responsable de crear a veces más problemas que soluciones.
Por: Marcelo Valdes
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