Fotografías

De una noche en solitario, pensando en Betty Page

Algo que perturba atrae, existe y persiste en esa turbación, se acrecienta y cada vez es mas turbación a los sentidos, existe algo violento, extraña mezcla de algo básico y carnal, de sensualidad y sexualidad, de erotismo enfermizo y desenfrenado, inocencia, miedo, instinto y brutalidad. Jacques Lacan decía que la mirada es la erección del ojo y la erección de una mirada lasciva y voyerista se manifiesta esta vez en ese bondage de ropa blanca y negra, de cuerdas que amarran sus manos sentada e indefensa en una silla, de un pañuelo que tapa y oculta su boca carnosa y roja. En tanto para Georges Bataille no se puede de manera alguna hablar del erotismo sin mencionar su génesis inmediata; las practicas dionisíacas, las cuales pasaron de un carácter violentamente religioso para convertirse en un movimiento exaltado y extraviado.

      El culto al dios Dionisos poseía un carácter religioso y erótico que terminó en un carácter trágico según Bataille: »Lo prohibido confiere un valor propio a lo que es objeto de prohibición. Lo prohibido da a la acción prohibida un sentido del que antes carecía. Lo prohibido incita a la trasgresión, sin la cual la acción carecería de esa atracción maligna que seduce…”. Lo que hechiza, lo que seduce, es la trasgresión de lo prohibido. El erotismo compendia varias aristas de carácter contradictorio y humano; su fondo era religioso, trágico pero su origen muy cercano a lo divino. Para Bataille no es posible pensar en lo erótico despojado de su esencia religiosa e invita a pensar en Dionisos cuya esencia es la locura y la religión subversiva, imponiendo el exceso, el sacrificio y lo festivo, caminos para llegar al éxtasis total. Dionisos concibe la vida como un exceso perpetuo haciendo de esta forma un puente entre el tiempo y la eternidad, el placer y el dolor, como parte de un todo esencial. Cuando el Erotismo quedó carente de lo sacro, fue desplazado al terreno de lo más inmundo. Con el cristianismo, además, el goce sexual se tiñó de culpa y el cuerpo, la sexualidad y el erotismo se transformaron en algo sucio, en un pecado maldito y como todo pecado debe repudiado y expiado. La sexualidad solo queda restringida para efectos de procreación.

       La pornografía nace, en tanto, como una distorsión y una práctica extrema del erotismo más salvaje. La pornografía nace con la irrupción de los medios y se intensifica con la expansión de un modelo de desarrollo capitalista. Aunque tiene orígenes antiguos el término es de carácter. Moderno. Se supone que quien dio el impulso al término fue un humorista de origen norteamericano y nace del griego «Porne» que significa Prostituta y de Grafía que significa Acción. Pero la palabra «pornografía” nunca se usó en la antigua Grecia.

      Los movimientos religiosos conservadores y otros de diversa índole y tan dispares como el Feminismo, el Marxismo leninismo, el opusdeismo, los protestantes, el liberalismo, el islamismo, movimientos de carácter ultranacionalista, anarcos y de apoyo al homosexualismo consideran dañina la pornografía y tienden a confundirla y encasillarla con el simple erotismo. Una de los iconos mas importantes del erotismo moderno y absolutamente alejado hasta de las suaves corrientes de la pornografía (como por ejemplo el Softcore) es Betty Page nacida en 1923. Fue “Miss Pinup Girl of the World»(Miss chica desnuda de portadas) y también elegida playmate en 1955. Se transformó con sus fotografías en la imagen del fetichismo y el sadomasoquismo, inmortalizada por el fotógrafo Irwing Klaw y otros. La Page además irrumpió de tal forma en la cultura Pop y la moda, que podríamos decir que “impuso un estilo” que hasta hoy se hace frecuente en el Punk, las rolingas, las góticas, las Trash Styles y parte de las llamadas «EMO».

      Nunca fue una megaestrella ni hizo películas famosas. Aunque era el sueño de millones casi ningún productor se atrevió a hacer films con ella. Aun así existen mas fotografías de Betty Page que de Marilyn Monroe. Page seducía en un tiempo mas inocente con sus vestimentas y su mirada radiante mezcla de una inocente pero a la vez perversa sensualidad, con el «flequillo” de su pelo y expuesta en natural sin recurrir como hoy en día a la superproducción del relleno, de la silicona, el efecto digital del Photoshop llevado a la mas perfecta técnica. Betty Page o Bettie despertó con toda la sexualidad «escondida» de una sociedad que hablaba aun con mas hipocresía que incluso al día de hoy de algo llamado «moralismo» y «decencia».Hoy sus películas y cortometrajes son objeto de culto aunque la pornografía Hardcore y su mega industria arrasen y parezcan a ratos ridiculizar las inocentes imágenes de Betty page; una especie de Marilyn Monroe morena pero mas recargada a los limites de una sensualidad mas extrema, voluptuosa, reina de la lencería intima y las portaligas, del latex, del cuero, etc. A pesar de su sueño de ser un gran y consagrada actriz, Betty nunca aceptó las ofertas a cambio de sexo de ejecutivos de Hollywood ni tampoco otras ofertas menos caprichosas como teñirse rubia para ser un producto que compitiera directamente con Marilyn Monroe. Para colmo, la carrera de Betty Page comenzó a irse mas cuesta abajo cuando un senador norteamericano ultraconservador llamado Estes Kefauver en su intento por llegar a ser presidente de Estados Unidos comenzó una campaña contra todo aquello que el consideraba un terrorismo y daño a la nación, fue así como persiguió las revistas de comic aludiendo que estas incentivaban la delincuencia entre la juventud y luego arremetió contra la «pornografía» especialmente contra todo lo que se relacionara con Betty Page logrando que la policía confiscara todo su «peligroso» material grafico y que sus representantes estuvieran frecuentemente declarando en procesos judiciales.

       Dada la situación y ya con 34 años Betty tomó sus cosas y se retiró para siempre de todo lo vinculado a la fotografía, él cine y todo aquello que aspiraba. Se casó, se divorció, tuvo hijos, se volvió a casar terminando en la miseria y en el mas absoluto anonimato. No fue hasta los 90 que comenzó una nueva fiebre por su imagen. Un programa de televisión dio con ella y le hizo una entrevista. La vieja Betty, ahora devota católica, detestaba la imagen de su juventud. Concedió la entrevista para el programa «estilo de vida de ricos y famosos» y desde entonces cambia su paradero y números telefónicos con frecuencia para no hablar con nadie y aunque aun recibe ingresos por sus antiguos derechos sobre algunas de sus fotografías y comics que se crearon a partir de su figura (se comenta que Hugh Hefner el magnate creador de Playboy la ayuda económicamente), se ha negado a dar autorización para que estrellas como Madonna interpreten un papel sobre su vida o que directores de la talla de Martín Scorcese puedan dirigirlas. En dicha entrevista dijo que en algún momento sintió que dios quería verla alejada de todo lo que fue su vida pasada, la misma Betty en su juventud había dicho que el sexo era algo bello que nos había regalado dios para ser felices. Arrepentida o no, pobre o con dinero, lo único cierto es que hasta su repentino silencio no hace más que aumentar su erótica leyenda ante los erectos ojos de un mundo que sigue redescubriéndola.

Por: Marcelo Valdes