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Ponencia Sergio Salinas

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“Extracto de ponencia realizada por Sergio Salinas R, extinto crítico de cine y fundador del CAN, en Convención Nacional Audiovisual”

El mercado chileno está prácticamente monopolizado por la industria norteamericana. Lo que se exhibe en nuestro país dista mucho de dar cuenta de la riqueza y variedad del panorama fílmico internacional.

En los últimos tiempos la composición de la oferta cinematográfica se ha reducido a niveles no vistos antes, concentrándose en unas pocas películas distribuidas por las grandes compañías transnacionales. Y luego, que dichos estrenos gigantes se turnan en su lanzamiento de forma de no coincidir en una misma semana. Y el resto prácticamente no existirá, con las previsibles consecuencias desastrosas para el rol del cine como instrumento de difusión cultural y experiencia estética.

No es un consuelo argumentar que en la lista de los “top” de ventas de los últimos tiempos ha figurado un estreno chileno casi cada año. Sin duda ello es positivo pero ¿qué sucede con el resto de la producción nacional, que muchas veces ha recibido ayudas para la realización y luego, al momento de estrenar, se  encuentra con un mercado monopolizado por los megaestrenos? Para los filmes nacionales el riesgo de competir con los monstruos es enorme. Los realizadores chilenos deben estar al acecho de cuáles fechas no están copadas por los monstruos de turno, pues de coincidir, los nacionales no tienen posibilidad de éxito. Es decir, deben estrenar en los resquicios que les dejan los monstruos, los que cada vez son menores. Es lo sucedido en los últimos años con varios films estrenados y con pésimos resultados económicos.

Por otra parte, quedan amplios sectores de la actividad cinematográfica que no se comprende cómo podrían insertarse en esta lógica libremercadista. Entre ellos el del documental, que ha aportado valiosas obras a la reciente producción nacional o el de los cortometrajes, mediometrajes y obras experimentales. Para todo ese vasto sector de la creación audiovisual el supuesto libre mercado no tiene respuestas.

Por: Sergio Salinas