Fotografías

Vivir (Ikiru)

vivir

Director: Akira Kurosawa
Año: 1952/ Japón
Guión: Shinobu Hashimoto, Akira Kurosawa, Hideo Oguni
Fotografía: Asakazu Nakai
Duración: 143 minutos

“Vivir” es la película más universal creada por el director japonés Akira Kurosawa.

Kanji Watanabe lleva décadas trabajando como funcionario de una oficina pública de Tokio de postguerra. Timbra papeles mientras la gente que busca ayuda a sus problemas se pierde en laberintos kafkianos, sin solución alguna. Al Sr. Watanabe le es diagnosticado cáncer y morirá pronto, comienza entonces el análisis interno de toda su monótona vida llegando a la conclusión de que no ha hecho nada relevante ni para él ni para nadie.

Nacen así las preguntas de qué hacer en la vida, aunque para él la vida ahora son unos meses. Decide entonces gastar sus últimas energías en darle humanidad a su trabajo y ayudar realmente a quienes acuden a su escritorio.

Kurosawa nos ayuda a replantearnos la vida no con respuestas, sino que volviendo a las preguntas importantes. Una mirada optimista a la vida. Una legitimación poética del rol social que debe poseer cada individuo. Un bello relato que, lamentablemente cincuenta años después de su realización, es una cachetada amable al ciudadano de hoy.

La narración es bastante interesante y trabajada, (existe incluso similitud al trabajo realizado por Welles en el Ciudadano Kane) dando pequeños saltos hacia atrás para explicar con detención situaciones que van construyendo la vida de nuestro personaje principal. Ésto provoca una manera eficaz de ir desenredando la madeja para internarnos en el sentir del Sr. Watanabe.

Importante es el trabajo que realiza el actor Takashi Shimura como Kanji Watanabe, con una expresividad pausada, muy interna, que conmueve no por su dolor, sino que por su renacer.

El encargado de fotografía es Asakazu Nakai que trabajó con Ozu en “El fin del verano” y con Kurosawa en varias ocasiones, siendo los más relevantes 4 maravillosos filmes: “Los siete samuráis”, “Trono de sangre”, “Dersu Uzala” y “Ran”; Y aunque el blanco y negro es correspondiente a la época en que se grabó, podemos revisar las escenas más conmovedoras del metraje, como la escena del Sr. Watanabe cantando en el columpio de un parque mientras cae la nieve. Y al vislumbrar la belleza de las imágenes que llevan además el peso de toda una historia, podemos agradecer que la grabación en color no haya sido posible. La tristeza y la esperanza balanceándose entre la vida y la muerte al parecer sólo podía ser representada en grises.

La tristeza y la esperanza balanceándose entre la vida y la muerte es lo más universal que nos mostró Akira Kurosawa